sábado, 7 de abril de 2018

El marxismo y la sociología I

Como el titulo indica, este texto se trata de la primera parte de una serie de publicaciones donde tratare de exponer, de la mejor manera posible, la relación que ha tenido el marxismo y la sociología, sus mutuos aportes y discrepancias.


I

En el periodo que va desde la muerte de Marx (1885) al inicio de la primera guerra mundial, el marxismo era principalmente una teoría sociológica.
Esta idea fue promovida por Engels, representada en su Discurso  ante la tumba de Marx:

“Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo”1

Esta idea, aceptada por algunos militantes como Kautsky, se convirtió rápidamente en el socialismo científico.
El marxismo suministró una explicación causal del devenir histórico en función de los cambios en los modos de producción, la formación de las clases antagónicas y la lucha entre ellas. El marxismo podía explicar causalmente el origen y desarrollo del capitalismo moderno con un análisis que se expresaba en forma de “leyes históricas”, de la que podía deducirse la necesaria desaparición del capitalismo y la igualmente necesaria transición al socialismo.

En el primer congreso de sociología realizado en 1894 varios participantes expusieron las teorías marxistas, y en el congreso de 1900, la discusión del “materialismo histórico” ocupo la mayor parte de los trabajos.
En esta época, Sorel publica un ensayo crítico sobre la sociología de Durkheim (quien se refería al materialismo histórico como "dogmatismo económico") mientras Labriola introducía el materialismo histórico en Italia.
La gran influencia del marxismo en el desarrollo de la sociología se puede apreciar en el lugar que ocupa en la obra de los principales pensadores de la sociología. Max Weber estableció una confrontación crítica contra el marxismo, ofreciendo una explicación alternativa al origen del capitalismo moderno y evaluándola en su estatus metodológico en su Interpretación económica de la historia. Pareto llevo a cabo un análisis sistemático de la teoría marxista, quedándose con algunos elementos, como la idea del conflicto de clases. Durkheim también presto atención al marxismo, haciéndole varias recesiones. En su curso de conferencias sobre el socialismo indica la estrecha relación existente entre el marxismo y la sociología.

“En tiempos más recientes, el socialismo se ha revestido progresivamente con un cierto ropaje científico. Es indiscutible que, de este modo, tal vez haya ayudado a la ciencia social más de lo que esta le ha ayudado a él, pues ha despertado una necesidad de reflexión, ha estimulado la actividad científica, ha espoleado la investigación y plantado problemas hasta tal punto que, en más de un aspecto, su historia está inseparablemente unida a la de la sociología” 2

Pero el marxismo entendido como teoría científica se encontraba con dos dificultades fundamentales, que pronto se convirtieron en causa de discusión entre los propios marxistas, el primero de ellos sería la controversia del “revisionismo”, surgido de la obra de Bernstein Los presupuestos del socialismo y las tareas de la socialdemocracia en 1899.
En primer lugar, si el marxismo es una ciencia positiva, sus conclusiones deben de basarse en alguna prueba experimental, algún tipo de descripción adecuada de los hechos sociales. La postura bernsteiniana pretendía señalar que las tendencias en la evolución de las sociedades capitalistas occidentales no coincidían con las que Marx había anticipado, por lo que la teoría estaba necesitada de modificaciones capaces de tomar en cuenta los cambios recientes.

“El campesinado no se está hundiendo, ni desaparece la clase media, las crisis no son cada vez mayores, la pobreza y la servidumbre no aumentan. Si se da, sin embargo, un aumento de la inseguridad, de la dependencia, de la distancia social, del carácter social de la producción y de la superfluidad funcional de los propietarios”

Bernstein examinaba con detalle los cambios económicos y políticos que, en su opinión, obligaban a una revisión de la teoría marxista. El aspecto más importante en esta parte se refería a la cambiante estructura de clases. En su opinión:
- La polarización entre las clases que Marx había anunciado no se había producido
- La concentración de capital en grandes empresas se veía acompañada por el desarrollo de nuevas industrias, pequeñas y medianas
- Aumentaba el número de propietarios
- La calidad de vida aumentaba
- Lejos de simplificarse, la estructura de las sociedades capitalistas se hacían más complejas y diferenciadas
Tras esto, pasa a considerar la cuestión de la crisis y el colapso económico:
- En su opinión, las crisis eran cada vez menos graves y más largos los periodos de prosperidad
- Numerosas influencias contrapesaban las fluctuaciones comerciales superando en parte la anarquía del mercado
- Pero el ciclo económico sigue actuando y subsiste una inseguridad generalizada, que según el nunca podría ser superada en el seno de un sistema capitalista

Por esto, Bernstein creía que la transición al socialismo no se llevaría a cabo mediante dramáticas luchas entre clases polarizadoras de la burguesía y el proletariado, sino de forma más gradual, por la impregnación del capitalismo de las instituciones socialistas puestas en pie por el movimiento obrero y sus aliados entre otras capas de la población.
Las respuestas ante esto fueron contundentes, especialmente la de Kautsky acerca de la crisis. La parte más ortodoxa del marxismo se dedicó a defender la idea del cambio social revolucionario frente a la transición progresiva de Bernstein, centrando su debate en aspectos más políticos que científicos.  A día de hoy estos temas siguen siendo objeto de debate.
La gran cuestión, en este caso, era la de como llevar a cabo un análisis sociológico adecuado del capitalismo moderno teniendo en cuenta los nuevos fenómenos sociales acontecidos en el seno de este sistema, como:
-  Las mejoras reales en la condición de la clase obrera en términos de consumo, trabajo y ocio al tiempo que se han mantenido considerables diferencias de patrimonio, de prestigio y de influencia política entre las clases principales
- El continuo crecimiento numérico de la clase media y el declive relativo de los obreros manuales en la industria
- La estabilidad económica y el crecimiento estable del capitalismo durante los últimos 30 años
- El decisivo papel del estado en el funcionamiento económico
- La extensión de la administración burocrática y el ascenso de los expertos técnicos
- La gran expansión de los servicios sociales
- Los cambios culturales que han originado nuevos estilos de vida y nuevos intereses políticos

¿Qué fuerza los ha producido?






1 F.Engels Discurso ante la tumba de Marx

2 Emile Durkheim, Le socialismo, París 1928

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