El mundo se mueve por extremos. Resulta difícil encontrar
alguna teoría en las ciencias sociales que no tenga su centro de gravedad
puesto en un solo elemento, creyendo que este puede satisfacer las necesidades
explicativas de un tema como la conducta.
De esta manera, en la sociología podemos encontrar
distintas métodos de explicación, algunos muy relacionados con ciertas
ideologías políticas, que polarizan sus tesis en torno a un solo concepto,
determinante de la conducta. Dos de estos casos serían el marxismo y el determinismo biológico..
El marxismo, como teoría sociológica, es un determinismo
estructural. El desarrollo individual viene determinado por la base económica, que
está conformada por las fuerzas productivas y las relaciones de producción, las
cuales generan una superestructura ideológica, jurídica y normativa sobre la
que se configura el sujeto.
Así, el individuo no es más que un epifenómeno de estas
estructuras, un ente cuya existencia subjetiva se determina, en última
instancia, por el modo de producción en el que se desenvuelve. Se reduce el
individuo a la sociedad.
Paralelamente, el determinismo biológico cree que para entender el
comportamiento humano debemos de conocer las leyes biológicas que determinan la
conducta, las normas sociales no son más que una
"institucionalización" de estas leyes.
La sociedad actuaría a la manera darwinista; la cultura,
que organiza nuestros comportamientos, favorece a los ganadores, al igual que
la selección natural, de manera que los genes más aptos serían transmitidos
hereditariamente.
La cultura actúa como filtro, pero el desarrollo del
individuo viene determinado por su estructura biológica, que condicionara de
manera esencial su desenvolvimiento en una determinada estructura económica o
social. Se reduce el individuo a la biología.
Todas teorías plausibles y bien fundamentadas, pero pecan
de una cosa: pecan de reduccionistas.
No hay una selección natural en la sociedad, pues la
funcionalidad en la sociedad en contextual, es decir, para desarrollar
óptimamente X cualidad biológica, deben de darse unas condiciones materiales
que permitan su puesta en acto, de manera que lo que sería un talento en cierto
contexto puede no serlo en otro, o incluso ser irrealizable.
Newton llego a ser Newton en la medida en que nació en un
contexto que le permitió el acceso a los estudios, si no de nada habría servido
su dotación biológica, Platón es Platón por haber nacido en una familia
aristocrática, si hubiese sido un ilota espartano no habría desarrollado ningún
sistema filosófico.
La sociedad no ofrece una selección natural optima, las
capacitaciones predispuestas biológicamente muchas veces no pueden
desarrollarse por causa de las circunstancias, es decir, la propia forma en que
la sociedad se encuentra organizada puede hacer que el talento o la
inteligencia se desperdician si no pueden operar en un entorno material que
permita su optimo desarrollo.
Por ello, no se deben de entender las desigualdades
sociales como producto de un mecanismo de
selección de los individuos más óptimos, pues estas diferencias
materiales impiden el desarrollo de las cualidades objetivas del sujeto.
El componente biológico no basta en sí mismo para
explicar la conducta o la configuración del carácter humano, pues la biología
opera en un contexto social determinado, y las cualidades biológicas se
desarrollan en la medida en que este contexto lo permite.
De esta manera, una superdotación biológica en alguna cualidad
física, como la agilidad, la precisión o
la velocidad, resultaran de gran utilidad en las sociedades primitivas, como la
de los indios hopi, y la sociedad, por su estructura interna, promocionara a
esta clase de individuos
Mientras que una superdotación biológica en las
capacidades cognitivas, como la memoria o el razonamiento, resultara
significativamente menos útil para los indios hopi, pues su organización social
se enfoca en tareas más físicas que intelectuales o técnicas
Por lo que una predisposición biológica superior a la
media puede perderse si la sociedad no ofrece, de alguna forma, una medio
material para su realización. Por ello, no podemos dejar que la sociedad actúe
"por si misma" como una selección natural, sino que debemos organizarla
y estructurarla de manera que permita sacar el máximo rendimiento a las
capacitaciones biológicas de cada individuo. Barreras a esto son las
desigualdades sociales, la privatización de la educación, la sanidad y demás
servicios básicos y, en general, todo lo que impida a una persona su óptimo
desarrollo individual por cuestiones económicas, políticas o de clase.
Para que la sociedad configure a sus miembros de la mejor
manera posible, parece que debemos tener en cuenta lo que dice el famoso
aforismo marxista: "De cada cual según sus capacidades, a cada cual según
sus necesidades"
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